La alfalfa es muy conocida como alimento para el ganado, y dicen los que saben, que es uno de los mejores. Pero quizás pocos saben de sus delicadas flores. Ya sean rosas, amarillas o azules, la alfalfa tiñe de colores los campos cuando sus capullos se abren, y llaman a las abejas que, con ansias, esperaron tanto tiempo para disfrutar de su néctar. Y ahí también, dicen los que saben, es el mejor alimento para las abejas, que al beber el néctar de las flores de la alfalfa dan, luego, una de las mieles más ricas y de más delicado sabor. Quizás haya que hacer como las abejas y difrutar de los alfalfares en flor, aunque sea con la mirada, como buscando en aquellos colores infinitos la energía y la paz que, a veces, precisamos.